La
teoría de la información surgió a finales de la Segunda Guerra Mundial, en los
años cuarenta. Fue iniciada por Claude E. Shannon a través de un artículo
publicado en el Bell System Technical Journal en 1948, titulado Una
teoría matemática de la comunicación (texto completo en inglés). En esta
época se buscaba utilizar de manera más eficiente los canales de comunicación,
enviando una cantidad de información por un determinado canal y midiendo su
capacidad; se buscaba la transmisión óptima de los mensajes. Esta teoría es el
resultado de trabajos comenzados en la década 1910 por Andrei A. Markovi,
a quien le siguió Ralp V. L. Hartley en 1927, quien fue el precursor del
lenguaje binario. A su vez, Alan Turing en 1936, realizó el esquema de una
máquina capaz de tratar información con emisión de símbolos, y finalmente Shannon,
matemático, ingeniero electrónico y criptógrafo americano conocido como
"el padre de la teoría de la información”, junto a Warren Weaver,
contribuyó en la culminación y el asentamiento de la Teoría Matemática de la
Comunicación de 1949 –que hoy es mundialmente conocida por todos como la Teoría
de la Información-.
Weaver consiguió darle un alcance superior al
planteamiento inicial, creando un modelo simple y lineal: Fuente/codificador/mensaje canal/descodificador/destino.
La necesidad de una base teórica para la tecnología de la comunicación surgió
del aumento de la complejidad y de la masificación de las vías de comunicación,
tales como el teléfono, las redes de teletipo y los sistemas de comunicación
por radio. La teoría de la información también abarca todas las restantes
formas de transmisión y almacenamiento de información, incluyendo la televisión
y los impulsos eléctricos que se transmiten en las computadoras y en la grabación
óptica de datos e imágenes. La idea es garantizar que el transporte masivo de datos
no sea en modo alguno una merma de la calidad, incluso si los datos se
comprimen de alguna manera. Idealmente, los datos se pueden restaurar a su
forma original al llegar a su destino. En algunos casos, sin embargo, el
objetivo es permitir que los datos de alguna forma se conviertan para la
transmisión en masa, se reciban en el punto de destino y sean convertidos
fácilmente a su formato original, sin perder ninguna de la información
transmitida.
La Teoría de
la Información se encuentra aún hoy en día en relación con una de las
tecnologías en boga, Internet.